¿Qué sería diferente en tu vida si tuvieras más confianza?
Russ Harris nos plantea esta pregunta en Cuestión De Confianza, y en este resumen veremos las ideas principales de este libro que te servirán para entender, incrementar y fortalecer tu confianza.
Piensa en esto:
En un mundo en el que tuvieras toda la confianza del mundo, ¿cómo la utilizarías?
¿Cómo te comportarías? ¿Te moverías? ¿Cómo hablarías? ¿Qué harías para divertirte o para trabajar?
¿Cómo tratarías a los demás? ¿A tus amigos, parientes, pareja, padres, hijos o compañeros de trabajo?
Mírate en el espejo, ¿Cómo tratarías a tu cuerpo? ¿Cómo hablarías contigo mismo? ¿Qué cambiaría en tu carácter?
Russ Harris define la autoconfianza como una poderosa sensación de certeza o de seguridad, pero también como un juego psicológico que la sociedad y la educación no nos enseñan a jugar.
En Cuestión De Confianza, encontramos 10 reglas que te ayudarán a ganar el juego de la confianza.
Los actos de confianza son primero; los sentimientos de confianza vienen después
Si queremos hacer algo con confianza tenemos que practicar las habilidades necesarias, una y otra vez, hasta que se convierta en algo natural. Pero mucha gente está perdida en la brecha de la confianza, piensan:
“No podré alcanzar mis metas, rendir al máximo, obtener lo que deseo o actuar como la persona que quiero ser mientras no tenga la suficiente confianza”.
¿Cuántas veces has pensando en esto?
Muchos enfoques de autoayuda te llevan, sin que te des cuenta, a pensar de este modo. El problema es que, si esperas a que aparezca el sentimiento de confianza para empezar a hacer lo que es importante para ti, lo más probable es que te quedes esperando toda la vida.
Cada vez que practicamos una habilidad construimos confianza, una vez que las repetimos con frecuencia alcanzamos la capacidad de conseguir los resultados que queremos y es en ese momento cuando percibimos la sensación de confianza.
Si queremos hacer las cosas mejor tenemos que seguir los cuatro pasos que encontramos en el libro Cuestión De Confianza, lo que Russ Harris llama el ciclo de la confianza:
Paso 1: Practicar las habilidades
Si quieres ser un orador apasionante tienes que practicar dando charlas. Si tu meta es ser un artista de prestigio tienes que pintar. Para ser un gran programador tienes que escribir código. No hay manera de escapar a este principio.
Paso 2: aplicarlas con eficacia
Necesitas salir de tu zona de seguridad para colocarte en situaciones de la vida real. Si siempre estás evitando situaciones desafiantes no serás capaz de crecer ni de mejorar.
Paso 3: valorar los resultados
Qué funciona, qué no, qué podemos hacer de forma diferente. Se trata de evaluarnos sin criticarnos ni flagelarnos.
Paso 4: introduce los cambios necesarios
Necesitamos modificar lo que estamos haciendo hasta conseguir un óptimo desempeño.
Practicar una habilidad obviamente requiere tiempo y esfuerzo, pero muchas veces nuestra mente nos frena a través de expectativas demasiado elevadas, auto juicios o comparaciones. La confianza no surgirá de sentirte bien antes de empezar, sino de empezar y corregir tus acciones con el fin de mejorar.
La auténtica confianza no consiste en la ausencia de miedo, sino en una relación distinta con el miedo
Nos han educado para pensar que el miedo es malo, que es un signo de debilidad, que no es natural y que tenemos que reducirlo o librarnos de él.
Y nos quedamos bloqueados en la trampa del miedo: cuanto más nos esforzamos por librarnos del miedo, más miedo tenemos y más afecta nuestra vida.
Lo que nos paraliza no es el miedo sino nuestra actitud ante él. La auténtica confianza no reside en la ausencia del miedo sino en mantener una relación distinta con el miedo. El miedo no es nuestro enemigo, es una poderosa fuente de energía que puede ser controlada y utilizada en beneficio propio.
Lidiar con el miedo no significa que te guste, que lo quieras o lo apruebes. Simplemente, es dejar de malgastar tu tiempo y tus energías en luchar contra él. Y cuanto menos te resistas a él, menor será su impacto e influencia en tu vida.
Los pensamientos negativos son normales; no hay que luchar contra ellos, sino defusionarse de ellos
A pesar de que tenemos miles de pensamientos al día, estos son sólo palabras e imágenes que habitan tu mente. Lo curioso es que nuestra mente tiende a ser algo negativa, eso es perfectamente natural y normal.
La mente humana es rápida para juzgar, criticar, comparar, señalar lo que no es suficientemente bueno y decirnos lo que tenemos que mejorar. Y no es ninguna señal de debilidad ni de una mente defectuosa; es la consecuencia natural de la evolución.
Para entender por qué es así, tenemos que remontarnos a nuestros primitivos antepasados y su afán de busca peligros por todas partes para anticipar cualquier cosa que pueda causar daño.
Entonces, ¿qué se supone que debes hacer? ¿Ignorar esos pensamientos? ¿Apretar los dientes y aceptarlos? ¿Desviar la atención de ellos?
Los pensamientos negativos solo se vuelven problemáticos si nos quedamos atrapados en ellos, si les prestamos toda nuestra atención y los tratamos como si fueran una verdad evangélica. Cuando caemos en ese anzuelo dejamos que nos controlen o nos ponemos a luchar contra ellos. Esto se llama «fusión». Es decir, no hay ninguna separación entre tú y tus pensamientos.
Cuando te fusionas con tus pensamientos, estos tienen un fuerte impacto e influencia sobre ti. Pero cuando te «defusionas», cuando te separas de ellos y te das cuenta de que no son ni más ni menos que palabras e imágenes, entonces tienen muy poco o ningún efecto sobre ti. Todo lo que necesitas es aprender a liberarte del anzuelo.
Pregúntate: «¿Esto que estoy pensando me está funcionando para lograr una vida más rica, más plena y más significativa?»
Si la respuesta es sí, entonces es un pensamiento que nutre tu confianza. Si la respuesta es no, entonces puedes reconocer que tales pensamientos no sirven para nada.
La autoaceptación es el triunfo de la autoestima
Todos tienen juicios sobre sí mismos que cambian como el viento. Unos días, tu mente te dirá que eres maravilloso, otros días que eres egoísta y patético. El truco consiste en no apuntarse a ninguna de las historias: ni a la positiva ni a la negativa. Diga lo que diga tu mente, míralo como lo que es: simplemente, una historia.
Cuando cometemos un error o las cosas salen mal, es importante que valoremos nuestras acciones, que reflexionemos sobre lo que hemos hecho y valoremos los resultados obtenidos.
Por lo tanto, la autoaceptación no significa que no prestemos atención a nuestra manera de comportarnos y al impacto que tienen nuestras acciones; simplemente, significa que nos desprendamos de la envoltura de los juicios sobre nosotros mismos
¿Y por qué deberíamos hacerlo?
Porque juzgarnos a nosotros mismos no nos ayuda; no hace que nuestra vida sea más rica ni más plena. Lo que sí te sirve es desengancharte de los juicios sobre ti mismo. Deja que todos los juicios sobre ti mismo, tanto negativos como positivos floten como hojas en una corriente.
Afirma tus valores con suavidad, pero persíguelos con firmeza
¿Cómo podemos mantenernos motivados, a pesar del cansancio, a pesar de sentirnos aburridos, miserables, frustrados o asustados?
A través de nuestros valores.
Son los valores los que nos mueven de la zona de seguridad para entrar en la zona de desafíos. Los que nos proporcionan inspiración y motivación para perseverar, para hacer lo que hay que hacer aun cuando las cosas se pongan difíciles. Nos proporcionan dirección y nos mantienen en el rumbo. Nos dan satisfacción a medida que avanzamos hacia nuestros objetivos.
A medida que avanzamos en la vida, nuestros objetivos, la forma en cómo vemos el mundo y nosotros mismos cambian, pero los valores en sí no lo hacen.
Así que establece qué es lo que más valoras, cómo quieres vivir tu vida, qué te hace sentir más pleno, que quieres dejar por fuera de tu vida. Los valores que elijas para ti son la imagen guía que te permite armar el rompecabezas de tu vida.
El verdadero éxito consiste en vivir de acuerdo con los propios valores
Nuestra sociedad define el éxito en términos de consecución de objetivos: fama, salud, estatus, respeto, poder, belleza. Esta forma de concebir el éxito nos mete de lleno en una vida centrada en objetivos, en la que siempre vamos a estar luchando por alcanzar el objetivo siguiente. El autor nos invita a pensar en una definición totalmente distinta: el verdadero éxito consiste en vivir de acuerdo con tus valores.
Esta definición hace que nuestra vida se vuelva mucho más sencilla. Porque en cualquier momento podemos actuar de acuerdo con nuestros valores.
En lugar de obsesionarte con tener el cuerpo perfecto identificas el valor subyacente, vivir una vida saludable.
En lugar de buscar de forma desesperada ascender en tu trabajo, identificas lo que valoras el ser disciplinado y eficiente.
Esto no significa renunciar a ninguna meta, significa que utilizamos nuestros valores para establecer metas y para perseverar en nuestro camino hacia ellas.
No te obsesiones con el resultado, apasiónate por el proceso
Nuestras metas son los últimos metros del camino, lo único que tenemos en cada momento es el viaje en sí, porque en el momento en que alcancemos nuestro destino, ya deja de ser nuestro destino.
Entonces, ¿por qué no apreciar cada momento del viaje, en lugar de centrarse únicamente en el destino?
Si uno quiere desarrollar una verdadera confianza, rendir al máximo y obtener la máxima satisfacción en lo que hace, necesita comprometerse con el proceso, implicarse completamente en él y dejar de obsesionarte por el resultado.
Una vez más, eso no significa renunciar a la meta; sencillamente, significa cambiar el foco: en vez de obsesionarse con el resultado, te apasionas con el proceso, haciendo tu mayor esfuerzo.
No luches con tu miedo; acéptalo, confraterniza con él y encáuzalo
El miedo es como un caballo salvaje. Si sabes encauzar su energía, puedes utilizarla a tu favor. El miedo agudiza nuestros reflejos, aumenta nuestro tono muscular, hace crecer nuestra consciencia e incrementa nuestra energía. Es como un potente carburante. Pero nunca aprenderemos a utilizarlo si no estamos dispuestos a tratar con él.
A nadie le gusta sentir miedo, pero sí confraternizar con él te ayudara a vivir de acuerdo con tus valores, alcanzar tus objetivos, rendir al máximo, desarrollar una auténtica confianza y, en general, vivir una vida más rica, más plena y más significativa, ¿no estarías dispuesto a hacer el esfuerzo, aunque no te gustara?
Puede que te parezca extraño, pero confía en tu miedo. El miedo no es tu enemigo, sino que ha evolucionado con un propósito: ayudarte a resolver con eficacia las situaciones difíciles. Te alerta de los riesgos y amenazas y te prepara para la acción, en caso de que sea necesaria.
Una vez que lo has aceptado y te has hecho su amigo, ahora utilízalo. Tómate un instante para percibir cuánta energía te proporciona: toda esa adrenalina que fluye a través de tu organismo. Todo tu cuerpo está preparado para la acción.
El fracaso duele, pero si estás dispuesto a aprender de él, puede ser un maestro maravilloso
Recuerda que el fracaso forma parte de la vida, que forma parte del aprendizaje, que es una oportunidad para reflexionar sobre lo que no funciona y qué podría funcionar mejor la próxima vez.
Aunque es fácil aceptar intelectualmente el fracaso, lo cierto es que resulta difícil aceptarlo en la realidad.
¿Por qué?
¡Porque el fracaso no siente nada bien!
No nos gustan los sentimientos incómodos.
Entonces, ¿qué puedes hacer?
Hay seis pasos básicos:
- Desengánchate del comentario desagradable de tu mente.
- Ábrete al dolor.
- Sé amable.
- Valora lo que ha funcionado.
- Busca en tu fracaso algo que haya resultado útil.
- Pregúntate: “¿Qué tendría que hacer para que, dentro de diez años, pueda mirar atrás con orgullo y satisfacción por mi forma de responder?”, y luego emprende esa acción con plena consciencia.
La clave del máximo rendimiento es la plena implicación en la tarea
Los psicólogos lo llaman estado de flujo o simplemente fluir. Es un estado de absoluta concentración en la tarea que se está desarrollando.
Nuestro foco de atención se estrecha, el tiempo parece detenerse, no se tiene conciencia de uno mismo, no hace uno ningún comentario interno sobre el actuar, nada nos distrae, nuestra atención está completamente centrada en la tarea, todas las habilidades que hemos practicado convergen tan fluidamente que la acción parece no requerir esfuerzo alguno, nuestro cuerpo y nuestra mente trabajan a una en perfecta armonía. Ese es el estado en el que se producen los mejores resultados.
Un estado donde no te juzgas, ni críticas, tampoco evalúas simplemente fluyes porque tienes la suficiente confianza en ti mismo, en tus habilidades y no te obsesionas con los resultados.
Qué te llevarás del libro Cuestión De Confianza
En Cuestión de Confianza, Russ Harris nos ofrece un mapa para transformar nuestra percepción y experiencia de la confianza. Nos invita a cuestionar cómo sería nuestra vida si tuviéramos una confianza inquebrantable, explorando cómo la confianza puede influir en nuestras acciones, decisiones y relaciones.
El libro nos enseña que la confianza no es una habilidad innata reservada para unos pocos, sino una capacidad que se puede cultivar y fortalecer mediante la acción. Según Harris, la confianza surge no de esperar a sentirla, sino de actuar con valentía y practicar repetidamente. La confianza genuina proviene de enfrentar el miedo con una nueva perspectiva y de manejar los pensamientos negativos con un enfoque de «defusión» en lugar de lucha.
La autoaceptación y la conexión con nuestros valores son fundamentales para una vida plena. En lugar de dejar que los juicios y expectativas externas nos definan, Harris sugiere que construyamos nuestra vida alrededor de lo que verdaderamente valoramos. Al abrazar el proceso más que el resultado final y al hacer del miedo un aliado en lugar de un adversario, podemos encontrar una confianza que no solo enriquece nuestras experiencias, sino que también nos impulsa hacia un mayor rendimiento y satisfacción personal.
El libro nos recuerda que el verdadero éxito no se encuentra en la conquista de metas externas, sino en vivir auténticamente de acuerdo con nuestros valores. Nos enseña que, al enfrentar los desafíos con determinación y flexibilidad, y al aprender de nuestros fracasos, podemos desarrollar una confianza sólida y duradera.
En última instancia, Cuestión de Confianza es una guía práctica y accesible para quienes buscan una forma de fortalecer su confianza desde una perspectiva realista y empoderadora. Nos invita a mirar más allá de los obstáculos y a abrazar el viaje de crecimiento personal con coraje y determinación.