¿Alguna vez has oído el consejo de que si lo primero que haces cada mañana es tragarte un sapo vivo, podrás continuar el día con la satisfacción de que lo peor ya ha pasado?
Pues bien, en Tráguese ese sapo, Brian Tracy toma esta idea como metáfora central para enseñarnos cómo mejorar nuestra productividad y alcanzar nuestros objetivos de manera más eficiente.
Tracy nos presenta 21 estrategias prácticas para combatir la postergación y priorizar las tareas que realmente importan. El “sapo” representa esas tareas grandes y desafiantes que solemos evitar porque requieren más esfuerzo y tiempo. Sin embargo, son precisamente esas tareas las que tienen el mayor impacto en nuestro éxito y bienestar.
Al aprender a “comernos el sapo” primero, es decir, a abordar la tarea más importante del día tan pronto como comienza, podemos aprovechar la energía y el enfoque matutinos para avanzar en lo que realmente cuenta.
La estrategia de tráguese ese sapo
El autor nos recuerda que la productividad no se trata de estar ocupados todo el día, sino de hacer lo que realmente importa. Llenar nuestras horas con pequeñas tareas sin importancia puede hacernos sentir ocupados, pero no nos lleva a ningún resultado significativo.
En cambio, cuando desarrollamos el hábito de enfrentar primero las tareas difíciles, experimentamos una sensación de logro y satisfacción que impulsa nuestra creatividad y confianza.
Además, Brian Tracy subraya la importancia de tres cualidades clave: decisión, disciplina y determinación. Estas son las herramientas que necesitamos para mantenernos enfocados y superar la tentación de postergar lo más importante. Visualizarnos como personas decididas y disciplinadas es un paso crucial para convertirnos en la versión de nosotros mismos que queremos ser.
En resumen, Tráguese ese sapo no solo es un manual de productividad, sino una guía para vivir con intención, priorizando lo que realmente importa y cultivando hábitos que nos lleven al éxito y la satisfacción personal.
Aquí aprenderás las ideas principales de este libro, analizaremos las 21 estrategias para tomar decisiones rápidas, mejorar nuestra eficacia profesional, ser más productivos y alcanzar nuestras metas.
Estrategia 1: pon la mesa
La eficacia personal comienza cuando dejamos atrás las vaguedades. Necesitamos pensar sobre papel. Las personas que tienen objetivos escritos logran 5 o 10 veces más que la gente que no los tienes escritos.
Decide exactamente qué quieres hacer, ser o tener. Escríbelo y establece una fecha tope para lograr tu objetivo. Haz una lista con todo lo que piensas que vas a tener que hacer para lograr ese objetivo. Después organiza una lista como un plan y actúa inmediatamente conforme al plan.
Por último, decide hacer cada día algo te que acerque a tu objetivo principal.
Estrategia 2: planifica cada día con antelación
Tu energía será mejor invertida si planificas cada día con antelación. Lograrás el mayor beneficio posible de tu día con una inversión mínima de 10 a 12 minutos escribiendo y estableciendo las tareas más importantes para tus metas.
Esta pequeña inversión de tiempo te ahorrará por al menos 2 horas de tiempo perdido y esfuerzo desperdiciado durante el día.
Alex MacKenzie decía:
“La acción sin planificación es la causa de todos los fracasos”.
Alex MacKenzie
Estrategia 3: aplica a todo, la regla del 80/20
Esta regla nos muestra que el 20% de tus actividades producen el 80% de tus resultados.
Si en tu lista hay 10 actividades pendientes, tan solo 1 o 2 actividades son las más importantes. Las que terminarlas producirán más y mejores resultados. Son esas actividades, esos sapos que debes tragar primero, antes que nada. Enfócate solo en esas actividades y los resultados serán mucho más satisfactorios.
Estrategia 4: estudia las consecuencias
Cuanto más claras sean tus intenciones futuras mayor influencia tendrá esa claridad en lo que haces en el momento. Si una tarea o actividad tiene grandes consecuencias potenciales positivas conviértela en una prioridad y empieza de inmediato con ella.
Si algo puede tener grandes consecuencias potenciales negativa al no hacerlo pronto y bien, también conviértela en una prioridad.
Estrategia 5: practica constantemente el método ABCDE
Esta es una técnica para establecer prioridades en las actividades y pendientes.
Funciona de la siguiente manera: empieza con la lista de las cosas que tienes que hacer al día siguiente. Piensa sobre papel y una vez escrita esa lista, delante de cada asunto dale un orden de prioridad.
- Si un asunto o pendiente es muy importante o si no lo haces existirán consecuencias negativas inmediatas, coloca la letra A, marcándola como una tarea que si o si debe hacerse.
- Un asunto con la letra B, es una tarea que deberías hacer, pero las consecuencias de no hacerla, son leves.
- Un asunto C es algo que sería agradable hacer, pero carece de consecuencias negativas inmediatas.
- Un asunto D es algo que puedes delegar. Algo que no necesita de tu accionar directo.
- Y un asunto E es algo que puedes eliminar sin que ello que afecte en lo más mínimo.
Estrategia 6: céntrate en áreas clave de resultados
Esto es algo que debes hacer si quieres tener éxito en tu trabajo. Existe una o varias áreas en las cuales eres completamente responsable y puedes generar un profundo impacto positivo.
Por ejemplo, las áreas claves en administración son la planificación, organización, el equipo, delegación, supervisión, medición e informes.
Tienes que identificar cuáles son esas áreas clave de resultados. Haz una lista de tus responsabilidades y asegúrate de que las personas que trabajan contigo, incluyendo jefes y subordinados estén de acuerdo con ella.
Estrategia 7: obedece la ley de eficiencia obligada
Nunca ha tiempo suficiente para hacer todo, pero siempre hay tiempo suficiente para hacer lo importante.
Esto significa que nunca te pondrás al día con todos los pendientes. Lo único que puedes esperar es estar al día con tus responsabilidades más importantes, las otras sencillamente tendrán que esperar.
Con frecuencias hazte 3 preguntas para mantenerte centrado en terminar tus tareas más importantes conforme a lo que hayas planeado.
- ¿Cuáles son mis actividades de mayor valor?
- ¿Qué puedes hacer, que solo puedo hacer yo, y que si hago bien producirá una verdadera diferencia?
- ¿Cuál es hoy el uso más valioso de mi tiempo?
Cuanto más precisas sean las respuestas a estas preguntas, más fácil te resultará establecerte prioridades, más fácil será superar el retraso de decisiones y empezar las actividades que implican el uso más valioso de tu tiempo.
Estrategia 8: prepárate concienzudamente antes de empezar
Una de las grandes técnicas para evitar el retraso de decisiones y hacer las cosas más rápido es sencilla: tener todo preparado antes de empezar.
Empieza por despejar tu escritorio o lugar de trabajo para enfrentarte a una única tarea. Deja de lado todo lo demás, si es necesario deja en el suelo o en otra mesa todo lo que no tenga que ver con la tarea a la que te vas a enfrentar.
Reúne toda la información y materiales de trabajo que vas a necesitar. Ten a mano todo aquello que vayas a necesitar sin tener que levantarte o moverte mucho.
Cuando tengas todo listo, prepárate, siéntate erguido y asume el lenguaje corporal de alto rendimiento, entonces dite a ti mismo: manos a la obra y hazte cargo del primer asunto. Una vez que hayas comenzado continua hasta terminar.
Estrategia 9: haz tus deberes
Una razón principal de las postergaciones y retrasos es la sensación de ineptitud, falta de confianza o la incapacidad en un área clave.
Sentirse débil o deficiente en un área basta para que se desaliente y ni siquiera empiece el trabajo. Optimiza continuamente sus habilidades en sus áreas clave de resultados. Recuerda que por más bueno que sea hoy, sus conocimientos o habilidades pueden llegar a ser obsoletos.
El mejoramiento personal y profesional es una de las cosas que más tiempo ahorra. Mientras mejor seas en una tarea clave, más motivado te encontrarás para entregarte a ella.
Como regla debes considerar lo siguiente: el aprendizaje continuo es el requisito mínimo para el éxito en cualquier campo.
Estrategia 10: refuerza tus talentos especiales
Haz un balance de tus capacidades únicas, eso que haces especialmente bien.
¿Para qué eres bueno? ¿Qué haces con facilidad y bien y que otras personas les resulta difícil?
Debes dirigir tus energías y capacidades a esas tareas clave donde puedes producir un aporte significativo.
Estrategia 11: identifica tus obstáculos clave
Pregúntate: ¿Qué es lo que te retiene o impide que tragues esos sapos que verdaderamente puedes marcar la diferencia?
¿Qué es lo que frena la velocidad con que lograras tus objetivos?
Independientemente de lo que tengas que hacer siempre, hay un factor que limita y determina lo rápido que conseguirás hacer tu trabajo: es estudiar la tarea e identificar en ella el factor limitante u obstáculo cuando lo identifiques, dirige tus energías a aligerarlo o eliminarlo.
Estrategia 12: pon un ladrillo después de otro
Aprovecha el momento. Selecciona un objetivo, tarea o proyecto personal y en el acto da un paso para realizarlo.
Si decides que a partir de mañana vas a ir el gimnasio con regularidad, escribe tu objetivo y a continuación prepara la bolsa con lo que llevarás mañana. Luego pon la alarma de tu reloj para que te avise del momento en el habrás de moverte para salir de casa e ir al gimnasio.
Hazlo y tendrás muchas posibilidades de conseguir lo que te propones. Si el objetivo conlleva una serie de tareas haz una lista con ellas y trata de hacer una después de otra, como si fueran ladrillos.
Estrategia 13: presiónate a sí mismo
Imagínate que acabas de recibir un mensaje urgente y que mañana tienes que marcharte de la ciudad por un mes.
¿Qué terminarías inevitablemente?
Estrategia 14: optimiza tus poderes personales
La productividad por lo general empieza a decaer después de 8 o 9 horas de trabajo. Cuanto más cansado estás, peor trabajas y más errores cometes.
Cuida tu tiempo de descanso y tu alimentación porque eso afectará tu productividad. Piensa como si fueras un atleta de alto rendimiento, antes de una competición porque en muchos sentidos eso es lo que eres antes de empezar la jornada diaria de trabajo.
Estrategia 15: motívate para la acción
Controla tus pensamientos. Recuerda que te convierte en aquello que piensas la mayor parte del tiempo. Asegúrate de pensar y hablar acerca de las cosas que quieres y no acerca de las que no quieres.
Piensa positivamente y asume toda tu responsabilidad por todo lo que te sucede. Los psicólogos han determinado que el optimismo es la cualidad más importante que puedes desarrollar para tener éxito profesional y ser más feliz.
Estrategia 16: práctica la postergación creativa
La diferencia entre el alto rendimiento y el rendimiento pobre está determinada en gran medida por lo que eliges postergar. Como de todos modos debes postergar algo, decide postergar, delegar o eliminar aquellas cosas que no contribuyen a tu vida.
Puedes tener tu tiempo y tu vida bajo control en la medida en que interrumpas las actividades de menor valor.
Estrategia 17: haz primero la tarea más difícil
Empezar en primer lugar por la mañana con la tarea de mayor peso y más importante es lo contrario de lo que hace la mayoría de gente.
Esta disciplina elimina el hábito de postergar aquello que es valioso, con lo que te convertirás en amo de tu futuro.
Estrategia 18: divide la tarea
¿Cómo te comerías un elefante? De bocado en bocado.
Mira el elefante como un gran trabajo a realizar. Córtalo en pequeños trocitos. Cada uno de esos trocitos es una pequeña tarea que realizarás individualmente, y así acometiendo una pequeña tarea a la vez llegarás a completar un trabajo que visto de forma global parece fuera de nuestro alcance.
Estrategia 19: crea lapsos amplios de tiempo
Dedica un tiempo para cada cosa y haz cada cosa a su tiempo. Muchas personas altamente productivas organizan su trabajo entorno al cumplimiento de tareas clave.
Una por una, a esas tareas les asignan huecos de tiempo específicos, esto hace que sean entre 2 y 5 veces más productivas que la persona promedio. Una agenda dividida en días, horas y minutos organizada con antelación puedes ser una de las herramientas personales de productividad más poderosas.
Estrategia 20: desarrolla un sentido de urgencia
Existe un sorprendente estado de la mente en el que entramos cuando trabajamos en tareas de algo valor y en un nivel de actividad alto y continuo, se llama estado de flujo.
Cuando estamos en este estado funcionamos en un plano más alto de claridad, creatividad y competencia. Una de las maneras de desencadenarlo es desarrollando un sentido de urgencia, un impulso y deseo interior de terminar bien el trabajo y de hacerlo pronto. Cuando el sentido de urgencia está arraigado se desarrolla una inclinación hacia la acción.
Emprende acciones en lugar de hablar continuamente de lo que tienes que hacer, céntrate en pasos específicos y prepárate para darlos inmediatamente.
El ritmo rápido parece ir de la mano con los grandes éxitos. Desarrollar este ritmo exige que empieces a moverte y continúes moviéndote sin pausas.
Estrategia 21: concéntrate resueltamente en lo que estás haciendo
Ten esto presente: una vez que has decidido cuál es tu tarea número 1, cualquier otra cosa que hagas es una relativa pérdida de tiempo.
Cuanto más te disciplinas para trabajar sin interrupciones en una sola tarea más avanzarás en la curva de eficiencia y terminarás más trabajo de calidad en menos tiempo.
Conclusión
En conclusión, Tráguese ese sapo de Brian Tracy es una poderosa guía que nos desafía a replantear nuestras prioridades diarias y enfocarnos en lo que realmente importa. A través de sus 21 estrategias, Tracy nos enseña a combatir la postergación y a desarrollar hábitos que impulsan nuestra productividad y éxito personal.
Al abordar las tareas más difíciles primero, no solo avanzamos hacia nuestros objetivos con mayor rapidez, sino que también experimentamos una mayor satisfacción y confianza en nuestro camino.
Este libro es una invitación a tomar el control de nuestro tiempo y, en última instancia, de nuestra vida, al enfrentar con determinación los desafíos que más impacto tendrán en nuestro bienestar y logros futuros.
Sobre el autor del libro
Brian Tracy es un conferencista y escritor especializado en psicología, ventas y productividad, además de empresario de éxito. Ha escrito decenas de libro, pero sin duda, Tráguese a ese sapo es uno de los más conocidos.