Wayne Dyer en su libro Tus Zonas Erróneas, nos explica que existen zonas en nuestra mente (creencias, pensamientos y emociones) que producen errores de percepción, que nos limitan para tener una vida plena y nos alejan de sentirnos realizados, felices y llenos de paz interior.

Dyer argumenta que estas zonas erróneas son aprendidas principalmente en nuestra infancia a través de la educación y las experiencias de la vida, pero pueden ser desaprendidas y superadas mediante la introspección y el cambio de pensamiento.

A través de este libro aprenderemos diversas estrategias para identificar y superar esas zonas erróneas, como la aceptación de uno mismo, la práctica de la meditación y la construcción de nuevas actitudes y nuevos hábitos.

A continuación, veremos un breve resumen de lo que podemos encontrar en el libro Tus Zonas Erróneas.

Tus zonas erróneas

Son 60,000 pensamientos son los que tenemos al día. Pensamientos que, lastimosamente, son pensamientos son negativos; pensamiento que cuestionan nuestro potencial o alimentan nuestras inseguridades y nuestros defectos.

Es a través de estos pensamientos negativos que surgen emociones como la culpa, ira, preocupación o angustia, y que hacen que nuestra vida quede atascada en las llamadas zona erróneas.

Wayne Dyer nos enseña cómo identificar y eliminar 11 zonas erróneas, de forma que podamos vivir una vida más plena y libre.

¿Quieres conocerlas?

Haciéndote cargo de ti mismo

Tienes un potencial gigantesco. En tus manos está el hacer cosas importantes y significativas en tu vida. Sin embargo, para poder hacerlo debes darte cuenta que ese potencial solo puede ser usado cuando empiezas a tomar responsabilidad sobre ti mismo.

En tu hombro tienes una eterna compañera: la muerte. Es eterna y la vida tan corta, que debemos preguntarnos a nosotros mismos:

  • “¿Debo evitar las cosas que realmente quiero hacer en mi vida?”
  • “¿Realmente vale la pena vivir mi vida como los demás quieren que la viva?”
  • “¿Cuánto tiempo voy a estar muerto?”

Al ver tu vida desde esta perspectiva puedes decidir lo que prefieres, lo que eliges y lo que quieres, para dejar las preocupaciones, los temores y el odio. Puedes dejarlo para aquellas personas que creen que vivirán eternamente.

Erróneamente, nuestra sociedad piensa que la inteligencia viene dada por la educación formal. Nos hacen creer que el conocimiento académico es la verdadera medida de la realización personal. Algo que no hemos comprobado no ser cierto. El verdadero indicador de la inteligencia es una vida feliz. Una vida bien vivida, cada día y en cada momento.

El autor nos dice que, si somos felices, si vivimos aprovechando cada momento al máximo nuestras posibilidades, entonces somos personas inteligentes.

El primer amor

Amarte a ti mismo aumenta tu capacidad de amar, te hace alguien capaz de hacer cosas por los demás. Si crees que no vales nada, si no te amas a ti mismo, entonces es imposible dar amor a otros.

Es posible, que la imagen que tienes de ti mismo esté basada, aún, en las opiniones de los demás. Es cierto, las primeras ideas sobre nosotros mismos las aprendimos a través de las opiniones de otros. Las escuchabas de los adultos siendo un niño. Esas opiniones han dejado una huella en ti.

Por más cierto que sea, no tienes que cargas con esa imagen para siempre.

Acepta quién eres, completamente. Esto te ayudará a cultivar un amor profundo por esa imagen que tienes de ti mismo.

El valor de tu vida no está ligado ni a tu apariencia, comportamiento o riqueza. Ni siquiera a tus sentimiento o logros. Existes. Eres un ser humano. Eso es todo lo que necesitas para ser valioso.

Tú no necesitas la aprobación de los demás

Sufrir la necesidad de aprobación te lleva a exponerte a muchas miserias, frustraciones y decepciones en la vida. Pero lo peor es que estarás incorporando una imagen de ti mismo inexistente.

Deshazte de la necesidad de aprobación. Erradícala de tu vida. Es necesario hacerlo para lograr tu realización personal. Sumergirte en la actitud de búsqueda de aprobación es ingresar en un callejón de salida. Por donde lo veas, no te aporta ningún beneficio.

¿Cómo haces feliz a todo el mundo? No puedes. Es imposible vivir en este mundo sin provocar la desaprobación de otros. Son como los impuestos por vivir. Es algo que no puedes, ni debes, evitar.

La ruptura con el pasado

Estás encadenado al pasado si te identificas con los yo autodestructivos. Estás encadenado al pasado cuando te repites cosas como:

  • “Así soy yo”.
  • “Yo siempre he sido así”.
  • “No puedo evitarlo porque es mi carácter”.

Encadenarte al pasado y al “yo soy” es simplemente una forma de encasillarte e inventar excusas para no cambiar.

Eres el producto de la suma de tus elecciones. Si bien, las autodefiniciones no son inadecuadas por naturaleza, pueden ser usadas de una forma perjudicial.

Esos “yo soy”, pueden ser rebautizados o re-etiquetados eligiendo nuevas definiciones acerca de quién eres. Hoy puedes elegir ser una mejor persona sin importar cómo te hayas comportando en el pasado.

Las emociones inútiles: culpabilidad y preocupación

A lo largo de nuestras vidas existen dos emociones sumamente inútiles que llegarás a sentir: culpabilidad y preocupación. Culpa por lo que se ha hecho. Preocupación por lo que podría pasar. Emociones que llegan ser únicamente un desperdicio de energía y tiempo.

La culpabilidad quiere decir que desperdicias los momentos presentes. Estás inmovilizado a causa de algo que pasó.

La preocupación es el mecanismo que te mantiene inmovilizado por algo que está en el futuro. Algo que puede pasar.

Sin importar cuál sea la emoción que sientas ahora, culpa o preocupación, estás desperdiciando el único momento que te pertenece: el ahora.

¿Cómo evitas la culpa? Mirando al pasado solo para aprender las mejores lecciones con el objetivo de prometerte que no las repetirás. Con el objetivo de recopilar información que te ayude a afrontar mejor los problemas presentes.

¿Cómo evitas la preocupación? Haciendo planes para el futuro y también tomando acciones en el momento presente. Solo tomando el control de tu ahora es que puedes contribuir a un futuro mejor.

Explorando lo desconocido

Ser un experto de la seguridad y lo conocido, puede darte cierta tranquilidad, pero te hace perder muchas, muchísimas, experiencias que la vida puede darte. Evitar lo desconocido solo para saber a dónde se va y lo que puedes esperar, es evadir muchas de las áreas ocultas que hay dentro de ti.

Se nos educa para que seamos personas cautelosas, nos dicen que la prudencia y precaución son más valiosas que la curiosidad. Alimenta nuestra seguridad a expensas de nuestro sentido de aventura.

No hay nada de malo, en la sensación de seguridad y lo conocido, mientras ésta no afecte tu realización personal. El problema es que generalmente la afecta. Quitándote muchos momentos felices en tu presente.

Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tu alcance. Toda la gama de la experiencia humana es tuya y puedes disfrutarla si decides aventurarte en el territorio que no te ofrece garantías.

Piensa en las personas que consideras genios. En todas aquellas personas que vivieron sus vidas de una forma efectiva y feliz. Todos ellos fueron capaces de adentrarse en lo desconocido y se atrevieron a más.

Rompiendo las barreras de los convencionalismos

No es ningún secreto: el mundo está lleno de “debes hacer esto” que la gente sigue sin cuestionar. La suma de todos estos “debes” llegan a componer una zona errónea que limita nuestra vida.

Es posible que hoy te guíes por una serie de normas y principios con los que ni siquiera estés de acuerdo. Muchos de ellos te parecen ilógicos, absurdos o tontos. Sin embargo, eres incapaz de romperlos y decidir por ti mismo lo que le conviene o no a tu vida.

El condicionamiento de la sociedad o medio cultural puede ser muy útil, a veces. Pero, cuando esto es llevado al extremo, convirtiéndose en una especie de neurosis sobre lo que debemos hacer o no, es cuando empezamos a experimentar infelicidad, depresión o ansiedad.

Esto no quiere decir que caigas en una actitud de desprecio a la ley o rompas las reglas porque te parece lo apropiado para el momento. Las leyes son necesarias y el orden importante en nuestra sociedad. Pero la obediencia ciega a los convencionalismos es algo distinto, algo que puede llegar a ser más destructivo para la persona.

Así que cuando descubras que estás haciendo cosas desagradables y poco productivas debido a algún “debes”, quiere decir que has renunciado a tu libertad de elección y estás permitiendo que te controle alguna fuerza exterior.

La trampa de la justicia

Estamos condicionados a buscar justicia. Y cuando no la conseguimos sentimos enfado, ansiedad o frustración. La realidad es que la justicia no existe. Nunca ha existido y nunca existirá. El mundo está organizado de esta manera.

No tienes más que observar la naturaleza para darte cuenta que la justicia no es parte de este mundo. Los tornados, las tormentas, maremotos, sequias, todas estas cosas son injustas. El mundo y la gente son injustos todos los días.

Puedes escoger ser feliz o desgraciado, pero esta elección nada tiene que ver con la falta de justicia que veas a tu alrededor.

Queremos justicia y usamos su carencia como justificación para la infelicidad. Y llega a convertirse en una zona errónea cuando te castigas a ti mismo con una emoción negativa al no poder ver la justicia que exiges.

La injusticia es una constante en la vida, pero con la suficiente sabiduría, puedes decidirte a luchar contra esa injusticia y negarte a quedar paralizado emocionalmente por ella.

Terminando con las postergaciones ahora mismo

Quieres hacer muchas cosas, pero hay algo que te impide pasar a la acción. La postergación puede considerarse como la zona errónea universal. Todos hemos caído en ella, o caemos en ella de vez en cuando.

La postergación es una manera de evadir los momentos presentes. Esperamos de alguna forma que al no hacer nada, las cosas mejoren.

Sabemos que tenemos que hacer algo, pero llegamos a la conclusión que lo haremos mejor en el futuro. Esto llega a convertirse en una poderosa forma de tranquilizarnos, pero también de engañarnos.

¿Cómo eliminamos esta zona errónea? Tomando la decisión de vivir de momento a momento. Poniéndote, ahora mismo, a hacer algo que has estado postergando.

Pregúntate: “¿Qué es lo peor que me podría pasar si hiciera lo que estoy postergando?”

Lo más difícil, casi siempre, es empezar. Una vez que lo hagas notarás ese primer esfuerzo llega a ser suficiente para superar los baches de la postergación.

Proclama tu independencia

Abandonar el nido psicológico es una de las tareas más difíciles de la vida. Ser psicológicamente independiente quiere decir que eres libre de las relaciones obligatorias, e implica la ausencia del comportamiento dirigido hacia los demás.

Ser independiente psicológicamente quiere decir que eres libre de la obligación de hacer algo que de otra forma no elegirías hacer. Significa convertirte en ti mismo, es decir en lo que en realidad eres, viviendo y escogiendo los comportamientos que elijas y desees.

Depender de alguien psicológicamente, quiere decir que esta relación no implica elección, sino que es una relación por la cual te sientes obligado a ser algo que no quieres ser y que te sientes forzado a comportarte de esa manera.

La independencia psicológica implica no necesitar a los demás. No se trata de no desear tener relación con los demás, se trata de no necesitarlas.

Esto llega a ser algo difícil porque en nuestra sociedad se nos enseña que debemos cumplir con lo que se espera de nosotros. Ya sea en relaciones padres-hijos, en matrimonios o con otros seres queridos.

Mientras pienses que tienes que hacer algo porque es lo que se espera de ti en cualquier relación, y el hacerlo te provoca resentimientos, y el no hacerlo te carga de culpa, ten por seguro que tienes que empezar a trabajar en esta zona errónea.

Adiós a la ira

Es posible que aceptes la ira como parte integral de tu vida. Pero también debes aceptar que no sirve para nada. Te dirás que es algo natural, muy humano. Cuando la realidad es que la ira y el mal humor es algo que no te gusta y, dicho sea de paso, tampoco les gusta a las demás personas.

La ira es esa reacción inmovilizante, una reacción que se experimenta cuando nos falla algo que esperábamos. No se trata de un simple enfado o irritación, se trata de algo que te inmoviliza deseando que el mundo y la gente sean diferentes a lo que son. Es allí donde se convierte en una zona errónea.

La ira es una elección y un hábito. Una reacción aprendida ante la frustración. Algo que se produce cuando no puedes controlar tu comportamiento.

Esta zona errónea se puede eliminar cuando empezamos a pensar de forma distinta, lográndonos ocupar de un momento presente a la vez.

¿Has escuchado decir que es más sano expresar la ira que guárdala para que explote en cualquier momento?

Y si, expresar la ira, es más sano que reprimirla. Pero hay una posición aún más sana: no sentir ira en absoluto. En este caso es mejor no tener que enfrentarte al dilema si es mejor echarla fuera o guardarla.

Poco a poco te darás cuenta que la ira va disminuyendo al hacerla consciente. También te darás cuenta que esta emoción muchas veces la utilizas para manipular o hacer sentir culpables a otros. Y en general la utilizamos para proteger nuestro ego.

Una vez que te des cuenta que puedes vivir sin desatar tu ira, sentirás una estabilidad emocional mucho más grandes y las frustraciones se verán reducidas. Recuperarás tu energía y podrás utilizarla para seguir creciendo personalmente.

Conclusión

Tus Zonas Erróneas de Wayne Dyer es una guía poderosa y práctica para identificar y superar las barreras mentales que nos impiden vivir una vida plena y feliz.

Al abordar y eliminar pensamientos y emociones negativas como la culpa, la ira y la preocupación, Dyer nos muestra el camino hacia la autoaceptación y el amor propio.

Además, al liberarnos de la necesidad de aprobación y romper con los convencionalismos sociales, podemos tomar el control de nuestra vida y alcanzar una verdadera realización personal. Este libro ofrece herramientas valiosas para transformar nuestra percepción y, en última instancia, nuestra realidad, promoviendo una existencia más libre y satisfactoria.

Sobre el autor del libro

Wayne W. Dyer es uno de los autores más leídos mundialmente en el campo de la autoayuda. Ha escrito muchos libros, incluyendo el best-seller Tus Zonas Erróneas. Dyer fue psicoterapeuta con doctorado en psicología por la universidad del estado de Wayne y de la Universidad de Michigan. Escribió más de 40 libros, 21 de los cuales fueron altamente exitosos.

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